Un sabio dijo: «Cuando puedas contar tu historia sin derramar lágrimas, sabrás que por dentro ya te curaste».

La Palabra de Dios en el día de hoy se vuelve a hacer eficaz en nuestra vida y en la realidad cotidiana que estamos viviendo. A través del profeta Isaías se nos vuelve a indicar la necesidad de cultivar, en lo más profundo de nuestro interior, el sentido de una gran virtud: la Esperanza. El profeta nos habla del cielo nuevo, de la tierra nueva, es decir, del futuro totalmente renovado, del momento en el que ya no habrá llanto ni gemido. El momento de un nuevo mundo, de una nueva realidad, es en definitiva la experiencia de Fe de quien se va superando a sí mismo y de quien va caminando hacia el encuentro con el Señor.

Es la Esperanza por un nuevo futuro que ya no será igual, pues esta experiencia que estamos padeciendo todos juntos nos hace valorar y pensar en lo que es realmente importante. A veces escuchamos: «no valoramos las cosas hasta que las perdemos» y es cierto, pero yo os diría: valoremos las cosas vividas, aprendamos de lo que está ocurriendo, de lo que estamos viviendo, de lo que estamos sintiendo, de lo que estamos compartiendo. Seamos más humanos, más comprensivos, más solidarios con los demás, más fraternales. Tengamos memoria de lo que estamos viviendo y también de lo que ha pasado, pero todo ello con proyección de futuro.

Solo así también podremos hacer expresión viva de la oración del salmista que nos dice que la bondad del Señor dura siempre, que permanece siempre con nosotros, que nos hace revivir y que nos seca las lágrimas de nuestros ojos. Por eso podremos gritar con el salmista: «te ensalzo, Señor, te bendigo, te doy gracias porque me has liberado».

Hoy quiero tener un recuerdo para los servicios sanitarios, junto con un agradecimiento profundo por la labor y la entrega incansable que estáis teniendo para con todos nosotros. Todos los días ese agradecimiento lo mostramos con un gesto que va más allá de la solidaridad; es un aplauso que traspasa el reconocimiento; es la gratitud de miles de personas que intentan abrazaros con el corazón, pero como ahora no nos es posible, a través de ese gesto que es el aplauso, deseamos estar cerca de vosotros dándoos aliento y fuerza.

Vosotros estáis procurando en todo momento el bienestar de los enfermos e intentáis, con los medios que tenéis, que puedan salir adelante, que puedan seguir el camino que comenzaron en su momento. También vosotros con el sentido de justicia que conocéis desde el ámbito de vuestra profesión, sabéis que la ayuda tiene que llegar a todas las personas y hacéis todo lo posible para que así sea del mejor modo posible.

Yo os pido, y así lo estáis haciendo de forma magnífica, que nadie se quede sin atención, que hagáis todo lo que está en vuestras manos, que sigáis haciéndolo, que todos los enfermos sigan bien atendidos, que podáis estrechar la mano de aquel que está sufriendo o de aquel que no sabe lo que le está ocurriendo o de aquel que no va a poder superarlo. Haceos cercanos, en la medida de lo posible, ante aquellas personas que se encuentran solas en sus habitaciones, en sus camas o en cualquier lugar del hospital; de las que están en los hospitales de campaña, en los hoteles que se han adecentado para atender esta situación y, como no, de los que están más graves en las UCIs.

Vosotros sabéis mejor que nadie lo que significa estar en una situación así; vosotros lo veis todos los días. Sentíos cercanos, humanos y cariñosos con ellos, como lo venís haciendo hasta ahora.

Recibid nuestra oración, nuestra fuerza, nuestro estímulo, también nuevamente nuestro agradecimiento; nuestro abrazo virtual con sencillez, pero con toda nuestra alma y recordad un pensamiento de un poeta contemporáneo:

«Si no podéis curar, calmad; si no podéis calmar, consolad».

¡Muchas gracias!

Dale al play para escuchar la reflexión completa.

Audio: Iván Bermejo, Párroco de San Marcos, Alcalá de Henares.

4 Replies to “Meditación Día 9: Personal sanitario: recibid nuestra oración, agradecimiento y abrazo”

  1. Cuando todo esto pasara , vamos a tener un ANTES y un DESPUES…
    Y nos vamos a quedar con estas palabras tan bonitas que nos acompañan cada tarde padre Ivan.
    Vamos a acompañar a nuestros heroes,los sanitarios y a los enfermos ,rezando y pensando que de verdad , tenemos que aprender mucho de lo que nos pasa estos dias.
    Hoy me je quedado con muchos sentimientos, tristeza , dolor , impotencia y agradecimiento a los del primera linea ,nuestros heroes.
    Genial el mensaje , gracias padre Ivan.
    Que afortunados los que podemos decir
    » Hasta mañana .»

  2. Estamos ante una realidad que aveces resulta dolorosa, despues de todo esto el mundo cambiara y tomara otro rumbo, pero nosotros tenemos que mantenernos firme en la fe y dar las gracias por la misericordia del Eterno que siempre nos aropa. Gracias a todos por cuidar de nosotros, a los medicos, enfermeros y policias y a los riesgan la vida por nuestra supervivencia. Gracias padre Ivan por sus palabras de cariño.

  3. Preciosa meditació, y hermoso mensaje de esperanza y aliento para los que estan haciendo de su trabajo, una ofrenda continua de Amor y Salud a los que lo necesitan con urgencia…¡me uno a ello de todo corazón!…¡¡ gracias!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *