«(…) medir la bondad por lo que aceptamos, creamos y a quienes incluimos».

En el año 2000 el director sueco, Lasse Hallstrom, conocido por trabajos como «Las reglas de la vida» (1999) o «Siempre a tu lado» (2009), versión nueva de la cinta de 1987 «Hachiko Monogatori», sobre la historia real del famoso perro japonés Hachiko; nos ofrece un relato llevado a la gran pantalla titulado «Chocolat».

Este film, catalogado como un producto que conjuga el dramatismo y el Romanticismo, nos narra la vida de un pequeño pueblo francés en el invierno de 1959 donde se entremezclan historias distintas que sirven de hilo conductor para dar sentido a la trama argumental. A su vez, los personajes nos invitan a interrogarnos acerca de diversas situaciones o elementos que son inherentes a un momento determinado, a una mentalidad concreta y a una realidad que no dista mucho, aún hoy en día, de lo que podemos visionar si nos acercamos a interesarnos por esta película.

El prejuicio como contravalor en una sociedad limitada y excesivamente tradicional se convierte en un elemento de juicio constante sobre todos aquellos que no piensan del modo oficial en la pequeña aldea.

La apertura de una chocolatería en plena Cuaresma supone todo un desafío de Vianne (Juliette Binoche) hacia las personas del lugar: madre soltera que, junto con su hija pequeña, se presenta ante una comunidad que ve cómo se atenta en contra de sus oxidadas e irreales estructuras sociales y humanas que, a su vez, esclavizan moral, religiosamente y de manera despiadada a las personas de aquella aldea.

Paulatinamente el director nos va adentrando en la vida cotidiana y un tanto surrealista de los habitantes de aquel pueblo. En base a ellos, los temas diversos van surgiendo y la complicación en la trama nos invita a mostrar más que un simple interés por su desarrollo. Todo ello nos va a conducir, indefectiblemente, a un diálogo que nacerá en base a estos elementos que estructuran el film.

Las apariencias son un modo de vida. Todos procuran mostrar una imagen no real de quienes son. Los sueños, incluso el cambio de vida, parecen improbables. El futuro no existe. No hay sueños posibles. Todo está marcado por quienes ostentan el poder social: el caciquismo es la regla que esclaviza y mantiene en su estatus al Alcalde, el Conde de Reinaud (Alfred Molina), y a sus seguidores.

Esta apariencia aparece interpretada por Caroline (Carrie-Anne Rosa) y el Conde quienes manifiestan un amor platónico, en un primer momento irrealizable, pero posible pues las dos situaciones, de algún modo, están llamadas a encontrarse.

El maltrato y la falta de atención hacia la mujer sometida a un marido alcoholizado se encuentra extraordinariamente representada en Josephine (Lena Olin), en un claro contraste con la figura de las mujeres liberadas que se encarna a través de los personajes de Armande (Judi Dench) (madre de Caroline y propietaria del local donde va a instalarse la Chocolatería; enferma, de carácter rudo y distanciada de su hija por su negativa constante a entrar en la dinámica que esta la impone) y Vianne (mujer sin prejuicios, con una historia que se irá descubriendo en el relato que, noche tras noche, cuenta a su hija acerca de los abuelos y el secreto del Chocolate).

La aparición de Roux (Johnny Depp) en barca por el río junto con unos músicos será el punto álgido del argumento de la cinta que desestructurará por completo la tediosa vida de la población y llevará al caciquismo a tomar decisiones trágicas. Servirá de punto de inflexión para abrir las puertas a la conversión y, por tanto, a transformar las mentes de quienes, hasta ahora, han vivido en un túnel sin salida.

La vida de la chocolatería va haciendo mella en las personas y en las situaciones que les acompañan. Es un lugar de encuentro, de reflexión, de ayuda, en definitiva, es una puerta abierta que ofrece alternativas posibles y, sobre todo, es una invitación a mirar más allá y a abrir horizontes.

Será la llegada de la Pascua la que hará posible lo imposible e invitará a mirar la vida con un tono distinto.

La película está basada en la novela «Chocolat» de Joanne Harris. Posee un reparto excepcional y tuvo cuatro Oscars:

– Mejor actriz: Juliette Binoche, conocida por películas como «Camille Claudel» (2013) o «Tres colores: Blanco, Rojo y azul» (1993), entre otras.

– Mejor película.

– Mejor actriz de reparto: Judi Dench. Algunas de sus películas más destacadas son: «Una habitación con vistas» (1985), «Hamlet» (1996) y «Victoria y Abdul» (2017), entre otras.

– Mejor Banda Sonora: Rachel Portman, que puso música a trabajos como «La bella y la Bestia 2» (1997), «La leyenda de Bagger Vance» (2000) y «Oliver Twist» (2005), entre otras.

Muy recomendable. Para no perdérsela.

Especialmente indicada desde 2º curso de ESO, Bachillerato y vídeo forum.

Iván Bermejo.


One Reply to “Chocolat”

  1. ¡ gracias por su crítica…! Me alegra coincidir con ella…la vi hace algunos años…y disfruté mucho con la historia y la interpretación y el marco…la verdad es que es un » bombón» muy reconfortante para este «tiempo oscuro»…¡ me encantará volverla a ver!..
    … y para los chavales puede ser un bonito «descubrimiento» de una vida comunitaria tópica, aplicable a su entorno social …

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