La corrupción de los puros
En la primera mitad del siglo XIII en la Abadía de Matilde de Garland en el Valle de Chevreuse, a poca distancia de París, comienza el funcionamiento de lo que siglos más tarde se conocería como la Abadía de Port Royal, donde habitaban unas monjas que hicieron de la corriente Jansenista (movimiento puritano, defendido por Cornelio Jansen, de carácter herético que defendía la exigencia de una vida cristiana y ascética proponiendo la salvación de forma exclusiva en la gracia divina) una forma de vida característica y singular que acuñó la famosa expresión que escuchamos, con relativa frecuencia, atribuida a actitudes de carácter moral que desentonan con una determinada vocación o creencia incluso con una práctica en el quehacer cotidiano de lo que se encuentra en lo más profundo de la persona; «puras como ángeles, soberbias como demonios», así se las conocía, haciendo de esta herejía un baluarte escandaloso en sus propias vidas consagradas.
Es lo mismo que nos presenta, Frank Darabont, en esta película rodada en el año 1994 con un elenco de actores de reconocido prestigio en el mundo del cine. Tim Robbins, en el papel de Andy Dufresne; Morgan Freeman, como Ellys Boyd; Bob Gubton, interpretando al Alcaide Norton y Clandy Brown, en el papel del Capitán Hadley.
Una trama argumental basada en el libro de Stephen King: «Rita Haywort y la redención de Shawshank», quien a su vez sería co-guionista junto con el propio director del film y que, como he resaltado con anterioridad, tiene unas connotaciones dramáticas, desde el inicio del trabajo, que conviene resaltar en orden a una reflexión del concepto injusticia llevado a límites insospechados, junto con un sufrimiento extraordinariamente importante que lleva al protagonista de la cinta a verse abocado al cumplimiento de dos cadenas perpetuas por un doble asesinato, del cual no es responsable, en unas circunstancias de privación de libertad corruptas y barnizadas por un falso puritanismo de carácter cristiano en una prisión de máxima seguridad que, como dato anecdótico, señalamos existe en Mansfield (Ohio) convertida, actualmente, en parque de atracciones.
La película fue rodada con un presupuesto de 25 millones de dólares y fue un auténtico fracaso de taquilla, sólo consiguió recaudar 28 millones. Ha sido considerada una de las mejores películas de la historia, junto con «El Padrino I» de Francis Ford Coppola (1972). Tuvo 7 nominaciones al Oscar y no consiguió hacerse con ninguna de las apreciadas estatuillas. En ese momento arrasó, «Forrest Gump» de Robert Zemeckis (1994). Tan sólo obtuvo un Premio de la Academia Japonesa a la mejor película extranjera.
Morgan Freeman, años más tarde, en entrevista concedida a un semanario dedicado al mundo del cine comentaba, a su juicio, donde se encontraba el error de ese fracaso de taquilla. Decía Freeman que el problema se originó en el deseo de la productora por mantener el titulo heredado, en parte, de la novela de King. El título en Estados Unidos fue: «The shawshank Redemption», mientras que en los países de habla hispana se tradujo por: » Cadena Perpetua». El espectador identificó mejor esta segunda opción y no el título original. Es por ello que, ni en taquilla ni en la Academia, obtuvo el reconocimiento que la historia si ha concedido con posterioridad.
Los temas que propone la película son dignos de estudio y reflexión. Veamos los principales de forma detallada.
La injusticia de una condena a un inocente, basada en la calumnia y la mentira. Estos hechos hacen que una persona sufra el destierro de la vida publica viéndose encarcelado y con su vida destruida.
El personaje de Dufresne tiene una carga dramática fuera de serie, la interpretación es realmente extraordinaria y la transmisión de las vivencias de la cárcel, tan crudas y reales como la vida misma, son trasladadas al espectador que, a su vez, se integra en la película desde el primer fotograma. Injusto el sistema y equivocado el proceder de los ejecutores de la sentencia.
La ayuda y la amistad encarnada en Ellys. Esa intuición que nace de la humanidad representada en este personaje que nos hace reflexionar en valores que parecen perdidos en situaciones límite como las que aparecen señaladas en la cinta. Un valor de amistad que adquiere un momento álgido al final cuando desarrollada, al máximo, se convierte en lealtad.
La corrupción de los dos principales responsables de la cárcel. El Alcaide Norton y el Capitán Hadley. Ellos encarnan la deshumanización, la crueldad, la falacia y la soberbia envuelta en un cristianismo manipulado a su medida, a sus propios intereses.
Son los prototipos de aquellos que, utilizando su posición de autoridad sea cual fuere, someten a los demás a su criterio personal y absolutista, sin posibilidades de dignificar ni tan siquiera la propia condición humana. Por desgracia, actitudes demasiado extendidas en los ámbitos cercanos a la moralidad de tipo religioso. Personas despiadadas que obvian de forma consciente el reconocimiento, imperado y universal, de que el privado de libertad sigue siendo persona.
Todo ello, desde una falsa religiosidad aparente, vacía, sin sentido, al más puro estilo Jansenista, al igual que las monjas de Port Royale con las que iniciabamos este comentario.
Por último señalar el drama de la condena en si misma, no sólo en lo que ya hemos presentado, la vida en la propia cárcel con sus peculiaridades y deficiencias, también la situación que encarna Brooks Hatlen; aquellas personas que tras una estancia en prisión muy prolongada, se encuentran con un mundo que desconocen. Es el tema de la inadaptación social. Sirvan estas líneas para manifestar mi apoyo y el de tantas personas hacia asociaciones como «dentro y fuera» que ayudan a que estas realidades puedan superarse de la mejor forma posible.
Película excelente. A partir de 3er curso de la ESO. Muy recomendable para tutorías y vídeo forums de adolescentes, jóvenes y adultos.
Iván Bermejo.
Enorme y detallada descripción de una cinta que sin lugar a dudas no deja indiferente a nadie cuando la ve. Ahora mismo recuerdo los últimos minutos de la película, cuando Morgan Freeman decide seguir adelante, comenzar de nuevo y buscar su Camino en compañía de aquel que un día le necesitó.
Como siempre, muchas gracias Ivan por desentrañarnos y darle una vuelta de tuerca a un gran film.
Un abrazo para todos.
Es un peliculón. La he visto varias veces y cada vez me gusta más. Te hace pensar
Película que nos presenta Ivan tan bien desentrañada que apetece verla, con temas importantes y encontrados , hay que verla y ya tenemos el gusanillo y las ganas . Gracias eres un crack
La crítica hace interesante y anima ver el ver la película en la que vemos los problemas que pueden surgir y vivir en la cárcel desde un sentimiento religioso. Como siempre Ivan nos explicas fenomenalmente las entrañas de todas las películas que criticas. Un abrazo y gracias